La
Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) es una técnica de laboratorio que
permite la copia in vitro de secuencias específicas de DNA y que ha
revolucionado el campo de la Biología Molecular.
La PCR fue desarrollada por Kary Mullis (Saiki et al,
1985; Mullis, 1990) en 1985.
Para
lograr la duplicación de un tramo de ADN, cada ciclo de la técnica PCR incluye
tres etapas:
a)
desnaturalización, durante la cual se separan las dos hebras constituyentes del
ADN.
b) apareamiento de los "iniciadores"
o primers del tramo a replicar.
c) extensión de las cadenas de primers gracias
a la acción de una enzima ADN polimerasa. La repetición de los ciclos permite
multiplicar geométricamente los tramos de ADN elegidos.
La gran ventaja de la PCR es que amplifica únicamente el
fragmento de DNA que queremos aunque esté en cantidades mínimas (alta sensibilidad) o en presencia de
grandes cantidades de otros DNA semejantes (alta especificidad). La reacción es eficaz incluso si se parte de
muestras de DNA muy poco purificadas, en presencia de otros componentes.
Así, la PCR se ha convertido en una herramienta
fundamental en campos tan diversos como la investigación (clonado de genes,
detección de clones recombinantes, estudio de DNA de fósiles), medicina forense
y criminalística (determinación de la paternidad, identificación de individuos,
identificación sospechoso/evidencia en casos de asesinato, violación, etc.),
sanidad animal y mejora genética (detección de enfermedades genéticas e
infecciosas, pureza de razas, etc.) y medicina (diagnóstico de enfermedades).
No hay comentarios:
Publicar un comentario